Cuenca

11:52 Fran Ibáñez Gea 0 Comments





Cuenca es una ciudad en el corazón de Castilla revestida de vetusta hermosura. El casco histórico, patrimonio de la humanidad, es testimonio de la eternidad que emanan los pueblos escapados del tiempo y presentes en el presente sin cicatriz que los doblegue. Es un capricho que escapa a los siglos y luce con jovialidad los siglos que la conforman. 

La maravilla reside en las casas colgadas, de emblemático perfil, superlativo icono de la ciudad cuya fachada imperturbable sigue pareciendo querer poner los trapos a tender de sus habitantes barrocos. Una mirada que recoge el Júcar en su brisa y su frescura. En el interior reside actualmente el museo de arte abstracto español de la Fundación Juan March. Un lugar mimado que acoge un buen repertorio y selección de los artistas y las artistas más destacados del movimiento: Feito, Muñoz, Canogas, Guinovart, Millares, Tápies, Sevilla, Guerrero, Zóber, Palazuelo, Chillida, Oteiza, Rivera.

Impacta esta combinación que subraya el arte y que reflejan perfectamente la cara de este país: una armadura vieja con un corazón nuevo. Una esencia que apuesta por el caminar, que confía en su tierra, en sus raíces, y que brilla por tener los ojos fijos en el cielo. La España más universal se monumentaliza en las casas colgadas de Cuenca. 

Subir a la calle del Trabuco, cruzar la muralla y llegar a pie de barranco, a tomar el sol, a ver cómo la ciudad se derrama en la tarde. Nadie arranca su paz.








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